Esta tarde tras terminar una reunión con la gràficas, saliendo por la puerta del taller, en el suelo sentado, leyendo un libro estaba él, como extraído del pasado, una de las personas que mas quise en los años ´90, quizás él no lo sepa esto. Su recuerdo muy compartido por el Karma que todos pagamos sigue tatuado en mi brazo derecho en forma de águilas enfrentadas, pero el abrazo ha sido balsámico casi rozando una extrema unción de perdón entre almas. Extraño pero reconfortante.
Debía de volver a casa, pero he decidido ir a despedirme de una gran y mágica compañera, mi cala, la mas bella, la de "LA FUSTERA" en Benissa.
Hoy estaba mas bonita que nunca, ella siempre está ahí, azul casi turquesa, su brillo, su alma infinita ni tiene varemos, ni medidas, no sopesa, acciona con sus olas, inesperadas, agradecidas, es perfecta... cuando llego me recibe, da igual me vea a diario como éste año que he llegado cuando se pone brava ya a la casi salida del verano. Esta cala que sabe todos mis problemas, mis alegrías y mis dudas. La brisa era de Tramontana y el sol se despedia del día saludando a una luna aún menguante. En tan solo diez minutos he hecho repaso acompañado de mi alma cada vez mas curtida por los desprecios calientes y amores fríos.
Bueno, comienza el curso, estamos en septiembre, un mes de cosas importantes para mi vida, el lunes próximo será un gran día que espero compartir con vosotros, viajaré a Formentera, a Madrid, a Granada y si todo se tercia bien a principios de octubre pise Venezuela y mi vida llegue al relax en una pequeña isla en donde pienso que hago falta más a nivel emocional que gastronómico.
Mi "Fustera" se ha despedido pegándose a mi cuerpo con una ligera brisa fresca, haciéndome recordar a mis hijos, esas perlas que amo con locura. Y anima seguir viviendo como lo estoy haciendo viendo las señales inconformistas de terceras personas entumecidas por no querer y no hacer. Como dicen los del "Corte Inglés"..la vuelta al cole.
