sábado, 17 de julio de 2010

INTERROGANTES AFIRMANTES.


Estos días estoy sufriendo una excedencia de interrogatorios, algunos por preocupación e interés hacía mí, otros por "escudriñar" o "meticonear" como dicen en Calahorra y otros con fines malévolos. Les voy a realizar una reflexión emocional y concluir sobre la imagen que tiene el público sobre la figura del cocinero que no ha saltado a la fama. Les voy a relatar solamente tres, no quiero aburrirles con mis "neuras", ya que aún no se han asentado los posos del "trago" del cierre del restaurante. Me encontré un "amigo" (palabra que en mi ciudad se utiliza para cualquier cosa, es decir, amigo puede ser desde una planta de aloe-vera hasta un Bob Esponja de peluche de feria ) y me preguntó cómo iba todo, con rostro de saber de sobra mi situación. Yo educado le respondía que muy bien, ¿ah sí? me preguntó camuflando una dudosa credibilidad con acento de afirmación, le dije -SÍ, ¿por?-... un segundo de estos que parece una hora, se centró entre nosotros y decidí contarle que había tenido que cerrar el restaurante. -Cómo lo siento- me dijo. -¿Y toda tu trayectoria profesional?-. Ahí reventé. Le contesté irónicamente, ¿estás ciego?, ¡ tienes delante tuya 120 kilos de trayectoria profesional!... -hombre no, ya me entiendes-, -No, no te entiendo-, La trayectoria la he creado yo, soy yo el que soy cocinero, no un local decorado con maquinaria de cocina, es cierto que el cocinero está relacionado con la idea de negocio del restaurante, pero hay vida más allá de un restaurante. Estos días he recibido cientos de e-mails y mensajes de ánimos, de colegas de profesión, los cuales me han emocionado muchísimo, sobre todo el del chef del Mar, en algunos de ellos me animaban a montar un nuevo restaurante, algunos me ofrecían trabajo en sus cocinas, etc... Pero gracias a los cocineros mediáticos y de vanguardia sobre todo, se nos ha abierto un campo extenso de posibilidades al igual que el sector de la enseñanza abre puertas en la docencia. La gastronomía se ha reinventado de verdad, "gastrobloggers" que muchos de ellos casi viven de su pasión, aulas y talleres de cocina, congresos de todo tipo, conferencias, documentales, editoriales, talleres de cocina, asesores culinarios, free lance de los fogones etc... Mucha gente de a pie no es consciente en qué consiste ser o nacer cocinero, aunque muchos años negué la existencia a relacionar el arte con la cocina, hoy es el día en que reconozco que somos artistas y quizás los únicos que tengamos el poder de alimentar además de emocinar. Bueno pues a lo que iba, que la trayectoria según algunos señores son las cuatro paredes de un restaurante. Después otra pregunta que seguramente habreis vivido en vuestras carnes los amigos cocineros. ¿Qué tipo de cocina haces?. -¿Qué tipo de cocina hago?-. ¡¡Ostias, ese día no fuí yo al colegio!!. Yo cocino. También tuve mi época por la que pasamos todos de necesitar etiquetarme, saber quien eres y qué haces, todo eso es inseguridad (lo estuve hablando con una psicóloga y coincidimos en ello). ¿Por qué la manía de catalogar?, a mí lo único que me gusta preguntar a los críticos o amigos cocineros cuando venían a "CAL DANI" era ¿cómo defines mi cocina?, lo que más me gustaba es que no podían definirla ni encasillarla en ningún cajón del snobismo, esto me llenaba, porque era la única forma de saber que mi cocina me representa.

Según el cocinero Francesc Chicón:

"Conocí a Dani en el Ciber-espacio . El viaje hacia el pueblo de mi madre, Albox, en Almería, nos sirvió como excusa para dejarnos caer por allá. El día anterior, concretando nuestra visita, Dani, me propuso un menú de degustación a lo que yo acepté encantado (ignoré mis reticencias aquí comentadas acerca de los menús degustación), en está ocasión creo que era la manera más acertada de conocer a Dani y a su cocina.

La verdad, no me equivoqué, a este cocinero hay que dejarlo hacer. Dani echa mano de la cocina de su tierra, de su infancia. Clasificarla es difícil…de autor?, cocina moderna puesta al día?. Yo personalmente la voy a definir de una forma diferente y espero que además de él, me entendáis todos. La cocina de Dani es la cocina de la ilusión, lo mismo que transmiten él y Filo."


Otra pregunta previsible es ¿Ahora qué vas hacer?, está es la más común, en mi cabeza sólo pienso en mis hijos y Filo, ellos son mi prioridad en estos momentos, disfrutarlos al máximo, porque son los únicos que de verdad han estado ahí a mi lado. Son los que me están alimentando de verdad. Pero bueno, cuando respondes - escribir y publicar libros de cocina- la peña se queda con cara descolocada, entonces es cuando aplico todo lo que he aprendido, me cierro en banda, activo mi burbuja y me hago impermeable, porque la culpa de fracasar es absorver la ingenuidad forrada de envidia de los demás, porque lo de menos es escribir libros, es que siempre haré de mi estandarte la libertad, y algunos querrían verte comiendo barro, y yo por suerte ya he tenido una indigestión de arcilla. Recuerdo una entrevista que ví de Álex Rovira, en la cual explicaba a voz de pronto que cuando dejó su puesto de trabajo importante y dijo que se iba a escribir libros, toda su familia y amigos le tacharon de loco, y ahora es un líder de ventas. Con esto digo que somos los artistas de nuestra vida, en formato lienzo, podemos pintar, esculpir, moldear nuestra vida como nos venga en gana, en el anterior artículo hablo de forma humorística sobre los paneles solares que instalaba mi padre en los años ´80, pues esto es un detalle de la vida, ¿se equivocó?, yo creo que no, fue visionario, Sí, seguramente si mi padre hubiera continuado con su modesto taller al cabo tan sólo de una década hubiera sido pionero y colono, que esto es muy importante, los pioneros eran los que llegaban a tierras desconocidas y no sabían que se iban a encontrar y los colonos los que se asentaban y sacaban beneficio del descubrimiento de los pioneros. Pues eso, yo he sufrido mucho mi infancia y sobre todo mi adolescencia por ser juzgado por toda mi familia menos por mi primo Manu (hoy en día prestigioso doctor y en breve se casa en Brasil) y mi tía Mari Carmen, y la etiqueta era de "culo de mal asiento", bueno pues para los que sufráis de "culitis mimbrensis", estaros tranquilos, no es un defecto, es una gran virtud, yo tengo 34 años y he vivido la ostia, malos momentos, malas experiencias, risas, amigos por muchos lugares, enemigos, envidias, apoyos de verdad, traiciones, engaños, he descubierto la gran mentira de la banca y como juegan a hacerte creer que tu eres el malo, viajes, ser padre, ser amante, poner paz, sentirme como una diana de feria, crear negocios, seguir pagando económicamente y así y todo tener que aguantar, pero todo esto es bello, la sensación es como los domadores de circo, una vez dentro de la jaula, lo que menos te tiene que importar es el público, mirar a la fiera a los ojos y amarla, porque es la que te va hacer llegar a tus metas, a veces te morderá, sus zarpas te rozarán o daran de lleno, tranquilo, no te rindas, porque en el fondo deseas acariciar a ese tigre, que él se de cuenta de que lo amas y conseguir su amor. Estamos en una época de decisiones, nuestros gobernantes caen, y es ley, a Roma le sucedió, el declibe es bueno, no podemos saber lo que queremos si no probamos todo. Mis hijos comen de todo y lo que no les gusta no se lo doy (siempre que no les afecte), ¿por qué?, pues porque lo han probado. Tan sencillo, a Aitana le gusta mucho la fruta, pero los hígos NO. Esta reflexión que parece absurda es profunda.

«Panem et circenses»
Así es amigos, hoy no hay leones, ni romanos, ni circos de fastuosa piedra, pero no os equivoqueis, aunque no los veáis están ahí, las envidias te tomaran preso para ser gladiador, y si vences a las fieras, seguirás caminando y ésta es la vida de algunos, unos son mero público que opina que habla, unos querran salvarte otros apuntarán con el pulgar hacia el suelo con fuerza, y la realidad te lanzará zarpas y bocados. ¿No os resulta divertido?, ¡¡ES GENIAL!!, yo nunca lo había visto así, pero prefiero ser pasto de fieras, luchar cara a cara contra la vida que sé que me guiña un ojo de vez en cuando que estar sentado en la tribuna del circo, viendo espectáculo y comiendo pan.