jueves, 15 de mayo de 2008

AÚN NO ME EXPLICO LA EXCUSA MÁS COBARDE.


No sé porque me pongo en el "transistor" el cd de Ismael Serrano, me sumerge en recuerdo, tantos años, tantos besos, tantos amores y desamores, tantas ilusiones frustadas y derrotas admitidas con resignación de "la nada". Cuantos dedos llevo ya señalandome, por ser diferente, por ser uno mismo, raptos de amantes, que dicen no puedo seguir besandote, estoy demasiado enamorada de tí, que fácil es culpar al destino, que añoranzas, noches de juventud, de alcohol, marihuana, ron, vozka, que maravillosos a la vez de terrorificos años de desobediencia. "Supe que todo había terminado, cuando te ví mover la cucharilla"... soñé en la gris cafetería del amigo Ismael, pero no supe que decir. Hoy me planto con treinta y dos años, en la tesitura del reflejo de mi rostro, máscaras de miedo se asoman detrás mía. Aún quedan esperanzas, pero el mapa de mi cara huele a cambios. Renovación podría decir, nuevos amigos, nuevos amores, nuevas tendencias, sentirse traicionado por uno mismo, es un huracán de desencuentros propios y desesperaciones incandescentes. Mi vida es de color de acero inoxidable, muy limpio, muy facil de desinfectar, pero poco atractivo por color, y mágico por su reflejo, pero sin luz no puede haber un lumen.

Voy a buscar el botón de creer en uno mismo y ser un leal amante... "ultimamente ando algo perdido".