jueves, 22 de noviembre de 2007

JUEVES; DÍA DE MERCADO


Son las siete de la mañana, y el día es húmedo, nublado y con una ligera imitación de niebla londinense. Los puestos del mercado están montando, con sus mesas, sus cajas repletas de frutas, verduras y legumbres frescas, muchas de ellas compradas en "MERCALICANTE" y los puestos más reducido o pequeños que están capitaneados por sus propios recolectores y agricultores. El mercado es un lugar en donde el cocinero o al menos yo, me siento despejado, el tiempo trancurre de una f0rma rápida, entre conversaciones, abrazos amistosos y miradas de envidia. En definitivas cuentas vuelvo al restaurante con las manos vacías, no me ha gustado nada de lo que he visto, hoy nada me llama la atención, tengo una reunión a las once con una amiga periodista, vamos a retrasar unos proyectos muy interesantes que teniamos, antes debo atender otras prioridades, tenemos mucha ilusión en el proyecto, pero como dice el dicho ; "El hombre propone y Dios dispone".