lunes, 13 de septiembre de 2010

MADRID KILÓMETRO "ZERO".


Madrid es para mi esa ciudad repleta de sorpresas, cada vez que la visito me acoge con los brazos abiertos. Esta ultima experiencia ha sido verdaderamente bellisima. Poder presentar mi nuevo libro "PUPILAS GUSTATIVAS" en el espacio gastronómico de "A PUNTO" ha sido fantástico.
Sentirte bien con la gente, descubrir que te muestran su cariño, que te siguen, es algo bellisimo, la sensación de que te quiere gente que no saben nada de tí...es decir, te quieren por que sí, sin juicios de valor ni antesala del que dirán. Estar tan lejos de tu casa y sentirte valorado te carga las pilas de una manera bestial.
Como en todos mis viajes, algo especial me sucede, pequeños regalos de la vida que quedan para mí, para mi pequeño espacio intimo, ya que a pesar de exponerme y ser como dicen todos "accesible" también tengo mi pequeña caja fuerte en donde solo yo con mi alma saboreo recuerdos de alegrías y otros momentos mas grises. Esta vez Madrid me ha sacudido emocionalmente, pero bien, en todos los sentidos que puedan imaginar, mi motor de búsqueda no para y aveces uno también esta cansado, aunque esta vez quizás lo confunda con aturdido. Me plantee vivir, sí, eso que todo el mundo intenta hacer y muchas veces no consigue. Vivir es fantástico y saberle dar el enfoque positivo a todo y encontrar en cuestión de segundos respuestas de sonrisa alegre a las cosas lo es más. Escuchar al corazón es complejo, pero entenderle aún más, nos habla en un idioma confuso muchas veces que lo máximo que podemos hacer es intuirle. Quizás las cosas no sean ni blancas ni negras como me han hecho ver ciertas personas en este viaje, aunque yo estaba convencido de ello, pero una cosa es la teoría y otra la practica. Y ahora me encuentro aquí frente a mi "Mac" de madrugada mientras todos duermen, acompañado por la soledad, noto sus caricias y esnifando un aroma de flor de naranjo la miro a los ojos. Vivir es bello, y todo lo que conlleva se puede dividir como dice el titulo de la pelicula de Robert Wise en Sonrisas y Lágrimas.
Ahora cada vez que vuelva por Madrid, me sentaré en la "Venencia", entre fantasmas de verdad, arropado por aquel gato negro de ojos amarillos que seguramente se posara a lamerse en la mesa de en frente... viendo su gesto acompañaré su acción lamiendo mis heridas frente un fino oloroso, sintiendome solo sin estarlo, y estandolo sin aceptar mi inconformismo.
Madrid... esa ciudad en donde todo puede suceder...