martes, 16 de febrero de 2010

EMPATÍA.





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"La empatía es una capacidad de comprensión que se define como la capacidad de percibir y de comprender los sentimientos de otra persona."

Palabra muy de moda en estos tiempos de búsquedas, de problemas, de crisis ocultas; cuando yo era un crío mi madre ya la utilizaba en sus reuniones de trabajo, pero no sé si la gente en los años setenta y ochenta comprendía de qué iba esta función. La empatía la puede aplicar todo el mundo a no ser que padezcan determinadas psicopatías, autismo o síndrome de Asperge, que visto lo visto, parece ser que abundan.
El otro día conversando con un buen amigo, o mejor dicho empatizando, hablábamos de lo maravilloso de ser padres, y de que todos los traumas y deficiencias que nos habían adjudicado nuestros progenitores, intentaríamos que nuestros hijos no tuvieran esas carencias. Pero coincidiamos en que seguramente tendrían otras, ya que nadie es perfecto. Muchas veces la frase "de niño no te ha faltado de nada", los nacidos en los setenta la hemos oído muchísimo, está claro que a la hora de empatizar con nuestros padres, ellos nos quisieron dar lo que les faltó, buenos colegios de pago, buena ropa, actividades, y de esta manera canalizar el amor por esta pista. Hoy nos toca a nosotros ser padres y nos encontramos frente a nuestros hijos y a veces nos atemorizan ciertas visiones de este recorrido que el día menos pensado habrá llegado a su fín.
Ayer preparando con mi esposa Filo una tortilla de patatas, cebolla y calabacín, mi pequeño Dani-Aritz que está a las puertas de cumplir cuatro años, nos ayudaba en la cocina a cortar de una manera "japonesa" con su cuhillo de resina un calabacín. Mi esposa Filo me decía contenta - mira cariño, este seguro que será como papá; chef- por unos instantes me alegré, pero de repente un nubarrón se me vino encima y con éste arrastrando miles de recuerdos de lucha y malos tragos que a días de hoy aun arrastro. ¿Me produciría ilusión que mi hijo fuese cocinero?, sinceramente sí, siempre que no sea una proyección mía y se sienta libre en lo que realiza. Por otra parte no me gustaría que pasase por donde he pasado yo y de una manera tan joven ni temprana. Supongo que a esto se le llama protección. Mis carencias exageradas y transmitidas como si de un virus se tratase.
Hoy martes de madrugada, con insomnio porque ya se acerca el final de una etapa de sufrimiento y nada empatizada por gente que decía que eran grandes amigos y la "ostia puta" cuando creían que eras "inmortal", "el gran chef", "mi chef preferido" y cuando descubren que eres tan normal, con tus miserias humanas, utilizan las palabras de elogio antiguas para llenarte de mierda. Esto es lo que me asusta de la vida para mis hijos, y no que sean cocineros, conductores de ambulancia, parados incompetentes del gremio de la construcción financiera, médicos, abogados, como si "pegan un buen polvo" y se casan con las hijas de rey.
Lo que realmente me preocupa son las relaciones, yo cada día me relaciono con menos gente, no abro mi corazón a nadie, sí es cierto que empatizo e intento comprender a los demás, tambien es cierto que cuando dos partes se distancian es una actitud que no favorece nada para solucionar unas diferencias. Cuanto menos prejucio existe más rápida será la solución de un problema, de aquí aplico la sabia frase del refranero español: "Se saca más lamiendo que jodiendo", puede resultar hipócrita o interesada, pero en definitiva ya existe un pacto cuando hay un choque entre ambas partes de que cuando se solucione dicho problema no se va a continuar ninguna relación de amistad en este caso.
Hace unas horas, tirado en el sofá, rebobinando lo que a mi me parecen injusticias, que se podrian solucionar viernes a viernes como hago con otra gente, soñaba a lo "Calderón de la Barca" como dicen por ahí, en el día que la situación económica este estable, será una sensación como de comenzar de cero, pero con la ventaja de saber que todo lo que se acerque a mi alrededor seguramente sea por ineterés y esa empatía energética o "Psicomágica" (palabra seria para mí y millones de personas, aunque algunas la utilicen para hacer daño), nos hará optimizar nuestra apertura del corazón.
Como les decía a principios de año, mucha gente quedó atrás, gente que aún en los cambios de tiempo las heridas duelen, gente que me entregué. El día de Reyes charlando con unos buenos amigos hablamos de esto, y Santi me dijo unas palabras muy ciertas. - A veces crees que lo que das, lo vas a recibir, a veces das muchísimo y te entregas, y en el momento que ves que la otra parte no reponde como tu quisieras, aflojas el gas y das menos...ESE DIA YA ERES MALO".
Me acabó de levantar para ir a la cocina a tomarme un "7up", para celebrar que son las siete de la mañana y allí me ha venido a la cabeza mientras abría la puerta del frigoriífco, una conversación que tuve con un "demonio" de persona allí, "in situ", tuve que aguantar que me juzgara en plan madre y yo intentaba buscar la famosa empatía para que me comprendiera y no había forma.
Varias veces, diría miles, gente (con pretensiones inconfesas), me decían (ahora ya no porque les mande a tomar por donde amargan los pepinos) que en mi blog me exponía demasiado y que la gente que me envidia o me quiere hacer daño se alegraba de ver mis estados de ánimo y que siempre debería de escribir en positivo.
Yo creo que escribo en positivo, ya que muchos se creen que "positivo" es estar con cara de "gilipollas" riéndose todo el día. Si el avance es sinónimo de positividad , este polo se alimenta de las experiencias, sobre todo las llamadas "negativas".
El otro día en una gasolinera de Alcoy, tuve que presenciar como el gasolinero hablaba mal de mí, el pobre ignorante, no sabía que era yo, Vicent me miraba a los ojos y con ellos me decía - Dani sube al coche porque si no te vas a buscar la ruina, porque lo veo venir-, me quedé apático mientras apoyado sobre el techo del coche terminaba de oir la conversación, sólo tuve fuerzas para preguntarle - ¿Que tal comisteis en CAL DANI?- con tono y acento inculto me dijo -muy bien, comimos bien-. Camino hacia casa, Vicent me miraba de reojo, un silencio doloroso brotaba de todos los poros de mi piel, cuando llegué a casa, se lo conté a Filo indignado, no hago más que luchar, que unas previsiones económicas no se cumplan al cien por cien no da pie a que te sacrifiquen, si que es cierto que me reconfortó el saber que toda la crítica negativa era económica y no pudo decir nada sobre mi cocina, que en definitiva es un sinónimo de mi vida como persona. Como dice mi asesor económico - Dani esto en uno año nos estamos riendo -, seguramente antes, pero es doloroso.
A veces es una sensación el poder evadirte de este mundo y observar con las fuerzas del bien y del mal luchan entre ellas, como cada día se llena más el restaurante y mis sueños gastronómicos se van convirtiendo en realidad (pese a quien le pese y se burle quien se burle), esto es una carrera de fondo como dice mi buen amigo Oscar.
Ya tengo el libro a puertas de las gráficas y en breve otro sueño más se cumplirá y esta vez con uno de los mejores fotógrafos gastronómicos que existen "Carlos Rondón".
Muchas veces los cocineros nos debatimos entre la necesidad de que valoren nuestro trabajo y de rebote esto valora nuestra estima o en ser diana de comentarios gratuitos.
¿sabeis que es lo malo de todo esto? que sigo queriendo a la gente que me hace daño, para mí es un simple tránsito de la vida, circunstancial, quizás he visto sufrir tanto por dinero que sé que sólo es una pieza de este puzzle, pero sin amor, si salud, sin fe...no somos nadie.
Os sigo informando de mis proyectos, a ver si esta semana os puedo adelantar un video sobre la promoción del libro. Además estoy preparando para final de mes un nuevo taller de cocina.

Me despido con Paulo Coelho...
"Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan."