martes, 28 de julio de 2009

LA INTENSIDAD DE LA BATALLA NO SE MIDE POR LAS HERIDAS PROVOCADAS, SINO POR EL NÚMERO DE ELLAS QUE PUEDES LLEGAR A CURAR.


Son más de la dos y media de la madrugada y el día a sido muy intenso, demasiado diría yo. Ahora en casa todos duermen, yo frente al portátil y una turbulencia de recuerdos que tengo ganas que se posen sobre una superficie. Me siento como las bolas estas de cristal que al moverlas empieza a nevar. Ahora hace casi veinticuatro horas que estoy levantado, ayer a las cuatro de la madrugada mis nervios no me dejaban dormir y el fármaco ideal ha sido coger el coche e irme a la playa de "LA FUSTERA" en Benissa a ver amanecer y que los rayos del sol naciente por nuestro mediterráneo me apaciguaran el alma que de sobra sabía el duro día que le esperaba. Como siempre en las situaciones dificiles mi gran hermano de batallas "Vicent" a mi lado, "codo a codo" viendo las coincidencias mágicas de una madrugada extraña, de sentirse como si no tuvieramos que ocupar el lugar preciso. La vuelta a Alcoy ha sido relajante, hemos tomado un café en Calpe. He llegado a hora de acompañar a mis peques a la guardería y darles un beso.
La tarde se ha plantado y la gran reunión de soluciones con ella. Tarde intensa, de emociones, de justificaciones, de resignación incontrolada, de sentimientos de culpabilidad sin justificación y con ella, de soledad, de arropo, tantos encontrados ante solo una serpiente que desde hace un año sabemos sus intenciones y se las he destapado, ya me está costando la salud, mi enfermedad avanza y cada día necesito más insulina, pero sé que si mi cuerpo aguanta este tirón de un año todo volverá a su ser, me reafirmó intento creerlo, porqué si después de conseguir el logro en doce meses mi cuerpo cae, sé que no me leventaré y mis hijos , mi amada Filo y mi gente verán un espíritu marchar agotado e inerte. Hoy estoy vivo y mi intención es seguir estandolo mucho tiempo. Al termino de esta junta, he recibido abrazos, palabras de aliento, de confianza, miradas de envidia, incluso algunas rozaban el odio, mi gente me tocaba, me miraban, me relajaban, no he podido impedir que mis lagrimales se desvaneciesen al recibir el abrazo de Ana, las palabras de Santi y otros amigos que están ahí. Aún sangran en mi alma palabras de prepotencia y sarcasmo, todo es comprensible, quizás debo agradecer la importancia de la vida gracias a mis hijos, pero hoy me he dado cuenta que hay mucha gente que merece la pena y tengo unas inmensas ganas de que el tiempo nos coloque a todos en su sitio. El salón ha quedado vacío, cargado de ambiente, denso, los ojos de Ana seguían húmedos, brillantes por las lágrimas, Vicent serio a mi lado, Carlos tranquilo y Gabriel en su salsa. He tirado un kilo de sal por el suelo del restaurante... Me he terminado de tranquilizar en los despachos de mi asesor económico, conversando, intercambiando impresiones, y de vez en cuando escuchando sus sabios consejos de lucha templaria. Mi esposa Filo distante pero dolida, con Francesca que nos está apoyando muchisimo.
Ahora quiero darme una ducha y dormir, dormir, dormir, dormir, dormir "off". SOLO PUEDO DAR LAS GRACIAS.