miércoles, 8 de abril de 2009

SEMANA SANTA...SANTA SEMANA


Tristeza, pensamiento, reflexión, diversión, vacaciones, gastronomía, mil conceptos forman la "Semana Santa". La verdad es que en mi tierra estos días no son de los más importantes del año, además en Alcoy tenemos las fiestas de "Moros y Cristianos" a la vuelta de la esquina y tal vez por eso la inversión económica sea más fuerte en celebrar "San Jorge" que en invertir en pasos y esculturas religiosas o arte sacro. Es verdad que a tan sólo pocos kilómetros ciudades como Alicante, Elche, Orihuela, son dignas las procesiones. A mí la semana Santa me recuerda a "la mona", y a efectos de infancia de disfrutar de unas mini vacaciones. Otros recuerdos más recientes, me trasladan a la emoción de vivir en La Rioja y presenciar la elegante vivencia de Calahorra, Arnedillo con una pequeña procesión o la polémica procesión de "Los Picaos"en San Vicente de la Sonsierra, la cual tuve por el año 2001 el honor de diseñar todo el grafismo y encargarme de la dirección de arte. Una procesión que mi gran amigo Jacin pudo plasmar gracias a su Nikon, aún disfrutamos de las diapositivas. Un acto emocionante, cruel, sangrante, devoto, es como trasladarse a la edad del medievo, la penitencia se siente pero se calma con un buen bacalao a la Riojana. Las vírgenes Barrocas muy afianzadas a tierras de las vascongadas lucen al son de percusiones con nudillos sangrantes, tantas visiones diferentes de la pasión de Cristo. Este año parece que el detonante del "Lacito blanco" contra la ley del aborto ha dividido a los creyentes y practicantes, no quiero opinar al respecto, creo que no veo relación una cosa con la otra. Aquí en la montaña del interior de Alicante "la mona" es una "Coca Dulce" con un huevo cocido en el centro. Ni huevos de chocolate, ni "americanadas-catalanizadas", así somos en el "territorio comanche", como toda la vida, sin evolucionar, eso que molesta tanto y no sé porqué. Cuando viajo a Madrid u otras capitales castellanas ver de que modo molesta el que alguien defienda sus costumbres y aún más si tienes una lengua propia. Eso sí ellos pueden tirar cabras de un campanario, darse latigazos, sacar santos a la calle, bailar sobre un gres, cantar jotas, eso sí nosotros somos retrógrados por reconocer que somos diferentes. El menú de esta semana santa en el restaurante no es muy fiel a las ordenanzas santas, ya que existe carne en el dicho, pero nos hemos estrenado este mediodía con casi cincuenta menús y han gustado muchisimo. Si que es cierto que a modo espiritual, parece ser que exista o al menos a mi me dá la impresión, una sensación de reflexión, de pensar y una pizca de pena. La energía, el ambiente, mezclado con la crisis... tristeza sana, sana tristeza. Aprovechen la semana Santa para reflexionar... meditar... amar y renacer, yo mientras estaré entre fogones desarrollando esa otra parte "Belcebú" que tenemos los buenos cocineros, esos angeles caídos que a muchos de nosotros ni nuestras familias nos aceptan por llevar el paso cambiado en un "paso" que aveces pesa demasiado.