domingo, 11 de enero de 2009

PENSAR, PENSAR Y NO PODER ACTUAR.


La luz roja de los dígitos del despertador se deja entrever entre mis párpados, son las "7:00" de la mañana, hoy es domingo y tras cuatro días de descanso relativo después de la dura campaña de navidad, vuelvo a los fogones. Mi cabeza es una maquina de pensar y mi espíritu un animal de absorver las preocupaciones de los demás, no dejo de pensar en mis abuelos, en los bancos, en los pagos, en mis amigos (muchos de ellos pasando malas rachas), en mi equipo, en mi amada esposa y mis predilectos hijos, no puedo detener este vendaval de ideas, y asfixia colectiva, unos lo llaman "estress", otros locura, otros inmadurez, yo creo que es el gran aviso de "PIENSA EN TÍ Y DEJA DE PENSAR EN LOS DEMÁS". Si nos preocupasen nuestras carencias nadie tendría problemas, pero es ese magnetismo hacía solucionar lo de los demás, es tan fácil ver los toros desde la barrera y en tendido cero. Me duele la cabeza, supongo que será la tensión o la diabetes, quién sabe. Ya tenemos casi el menú preparado para las reservas de este mediodía. Hoy no estoy tranquilo, y esto me asusta. Muchas veces me siento empujado por el tiempo, como si me quedase atrás, como si no tuviese fuerzas, como estancado, debo dar gracias a mi aporte creativo, ya que la cocina es mi única salvación, aquí, entre fogones, inhalando propano, entre cazuelas, planchas, freidoras, hornos, mi equipo, tan pendiente de mí, me siento tan arropado. Presiento cambios internos en mi alma y la impaciencia de querer saber que son, lo unico que hace es retrasarlos. La verdad es que estoy aprendiendo muchísimo, me están pasando demasiadas cosas al mismo tiempo, es como jugar contra "Nadal" al "Ping.Pong" las bolas van demasiado deprisa y debo darle a todas aunque salgan fuera de la tabla. Me quiero hoy despedir con la frase "SIEMPRE NOS QUEDA AQUELLO QUE NO FUÉ".