jueves, 1 de enero de 2009

DOS MIL NUEVE... ODISEA DEL ESPACIO


Ayer noche mientras preparaba la cena para más de cien comensales, analizaba mi vida desde la óptica de un cocinero. Todo el mundo de fiesta con sus familias, yo también con la mía, todo el mundo contento, yo también, todos celebrando la entrada al nuevo año, yo también, todo era igual, pero yo no lo sentía así. Nosotros los cocineros tenemos esa gran responsabilidad que casi nadie aprecia, si nosotros y nuestros equipos de cocina y sala no estuviesemos dispuestos a hacer felíz a la gente, no daríamos cenas ni comidas en fiestas y fechas puntuales, muchos creen que lo hacemos por dinero ¡¡ILUSOS!!, no hay dinero que pague hacer felíz una noche de noche vieja a más de cien personas, no hay billetes para poder pagar la satisfacción de una gran familia que se reúne alrededor de la mesa de mi restaurante y disfrutan de su vinculo y la cocina les hace felices de una manera más directa o espiritualmente indirecta. Cada día estoy más orgulloso de ser quién soy y de que soy.
FELIZ AÑO NUEVO AMIGOS... y recordad que los cocineros conseguimos que sea más plena la navidad, y cuando hablo de cocineros también me refiero a esas madres y abuelas que preparar sus pucheros y gambas cocidas en casa. UN BESO.