miércoles, 23 de febrero de 2011

OBJETO O FIN.




Estos días de soledad en casa, durante cuatro amenazantes días de tormenta en el Valle, la casa ha intentado caermese encima en contadas ocasiones, pero lo poco que queda de mi alegría mediterránea hace de parapeto para no causar dolencia.
Sabéis los que me conocéis, que no me gusta echar la vista atrás, ni para ver cuanta distancia me queda para coger carrerilla. La diabetes vuelve hacer mella en mi cuerpo, y esto es sinónimo de que mi sentimiento de amor hacía mí está en reserva o números rojos.
De nuevo vuelvo acelerar mi ritmo vital, está vez no veo la famosa bola de nieve detrás mía, pero la intuyo y esto me preocupa más. Estoy viviendo frente a un espejo, lo único que mi reflejo va en retardo, estoy viendo lo que fuí hace unos años, y me preocupa que venga con cobrador, ya que como me repetía un amigo Santero Cubano que tuve - Dani, en esta vida se paga todo, hasta la risa- que razón llevaba, aún recuerdo como me decía esta frase continuamente con su acento "cugüaaanooo". Lo único que me planteo es si los cambios que surjan en este reflejo servirán para algo o la "cabra tirará para el monte"... a mi me intentaron aconsejar, cambiar de cierto modo para salvar un núcleo familiar, mis ganas por comerme la vida priorizaron experiencias efimeras y noches de seda, que tan solo fueron humo. Ahora que soy yo el que estoy limpiando el solar en donde construir un sólido pilar emocional, de vez en cuando desprecios y palabras mas altas que otras se convierten en viento que hace que mi solar se llene de arenilla, insignificante para una obra de tales dimensiones, pero no me gustaría que ningún poro quedase en los cimientos.
Me vuelven a tachar de loco algunas personas, y esta vez debo darles la razón, lo estoy, pero en esta ocasión por amor, quizás este sea como la ilusión que tantas veces me ha machacado ocasionando daños colaterales, puede ser, tras fracasar y tragar algo de barro, aún estoy convencido de que la ilusión la mayoria de veces no sabemos como utilizarla, es un buen combustible para avanzar en un proyecto, pero si llenamos en exceso el deposito se nos "Gripará" el motor.
La verdad es que siempre he tenido un objetivo en la creatividad de mi vida, pero nunca me he propuesto un fin, quizás sea por la filosofía que me transmitió mi madre desde que yo era un infante, si tenías un fin o una meta cuando la consiguieras ya se había acabado todo, por eso soy senderista y no alpinista, por que el senderista puede recorrer el mundo sin fin y el alpinista solo hace cumbre, son diferentes visiones de la vida, ni mejores ni peores. Pues eso, siempre he conseguido mis objetos, pero una vez en mi poder, no he sabido dirigirlos ni conducirlos hasta el fin, y cuando hablo de fin no hablo de finalizar, si no de la misión de ese objeto. Ayer conversando de esto con una persona que me conoce demasiado,quizás la única que me conoce, me decía que yo nunca cambiaría y que siempre miraría el objeto, pero al desplegar este comentario, vi que la gente te conoce hasta donde te puede apreciar, ya que mi vida está cambiando, y por una vez, es a causa de mi intención, estoy descubriendo la intencionalidad y el equilibrio. También descubro que las metas se pueden alcanzar con intención, de casualidad, por tozudez y por amor. No os voy hacer una tesis ahora sobre como alcanzar objetos y darle uso, por que en mi vida esta en fase experimental, ojala dentro de unos años os pueda hablar de que todo sale rodado.
El día 28 espero zanjar una deuda que baticino que va a ser el banderazo de salida para que vayan cayendo objetivos a plazo medio... Bueno voy a seguir diseñando y creando ilusiones para que la vida se vaya convirtiendo de color de rosa y con un pan debajo del brazo ;P.