miércoles, 8 de septiembre de 2010

STOP FREE LANCE


Parece ser que la palabra anglosajona "free lance" solo pueden utilizarla los diseñadores gràficos y web, en cuando uno de los estandartes de ser un mercenario o lanza libre siempre ha sido la figura del cocinero, mas o menos deseada por algunos por temas estéticos y modo de vida de aquella época que rondaba entre los años ´60 y los ´90 que se trabajaba en la costa en verano y las estaciones de esquí en invierno y al mejor postor hotelero u hostelero.
Como bien sabéis hace tres meses que decidí escoger otros caminos gastronómicos que no fueran estar encerrado en cuatro paredes de un restaurante, en este caso mi resaturante "CAL DANI" y que no descarto por el tiempo en volver a enjaularme, eso sí, de otro modo.
Pues bien, nunca me he presentado a un concurso de cocina, sinceramente por que no me han atraído, pero este año con eso de que tengo más tiempo y viajo más, pues decidí animado por unos amigos "gastro-bloggers" apuntarme a un respetuoso concurso dedicado a un producto especifico de mi tierra mediterránea que por educación no voy a nombrar, ya que admiro el trabajo que este patronato de turismo hace por defender lo nuestro, les aplaudo.
El tema es que recibo un e-mail diciéndome que según las bases del concurso no se puede presentar a este concurso ningún cocinero que no tenga o represente a un restaurante. Bien, no pasa nada, "hecha la ley, hecha la trampa", le digo algún buen amigo dueño de restaurante y le represento y ya está. Pero quiero profundizar y además de coger la lanza libre, me gustaría romper una a favor de todos los cocineros sin jaula, sin paredes, esos que dedican su tiempo a escribir, a elaborar recetas para editoriales, a asesorar restaurantes que muchos de ellos están sufriendo esta mentirosa crisis, o los que nos entretiene en las radios y televisiones tanto a nivel nacional como local. ¿Estos no son cocineros?, entonces, ahora cuando Ferrán Adrià cierre el Bulli temporalmente, ¿dejará de ser cocinero?... para mí es un desplante poniendo estas normas a estos concursos que hay quien se presenta por que le pueden venir bien los mil euros de premio y quién lo hace por pasar el día y estar compartiendo el amor con compañeros de oficio. Sé que será duro y arduo trabajo, lucha intensa de nuevo para conseguir que todos esos "free lance" de los fogones, de las vitros, del "HD", de las redes sociales se unan, ya que el "mercenario" nunca deja de ser un romántico más movido por unos ideales que por dinero aunque como muchas cosas en este mundo esta palabra se haya degenerado en algo feo. Bueno voy afilar mi lanza que hoy toca "carpaccio".