La verdad es que ya no hago mucho caso a mis dolores en el pecho, ni pinchazos en el brazo, como bien dice mi buen amigo el Doctor Gaztañaga, -Dani eres un poquillo hipocondriaco-.
Así que en un par de horas iré a la filà y espero que sea la ultima semana que pueda ir (no se asusten, no quiero morirme aún, aunque aveces no estaría mal), ya que espero que el próximo viernes tener ya por fin abierto "CAL DANI", según los señores de "Ibertrola" este próximo lunes ya empiezan las obras de enganche... mis nervios no se calmarán hasta que mis ojos no lo vean. Ha sido una semana muy veloz, con muchas sensanciones vitales, traiciones, chantajes, felicitaciones, ánimos, "charraes", nuevas amistades, recuerdos, desamores, amores incapacitados, las miradas de mis dos hijos pequeños, el fondo azul de los ojos de mi esposa, el apoyo de mi Padre que nuca lo había sentido tan cerca... semana veloz, veloz como el carbón de asturias, agría como mi paso por La Rioja, dulce como los genaros de la pastelería Agulló, fuerte como las carrascas de la "Font Roja", disoluble como la pintura de mi amigo "Chans", dura, muy dura... Saco fuerzas y ánimos de la nada y me reconforto pensando que en un futuro solo cabrán letras de alegría en este blog... y ese día será el último que escriba.
Gracias por estar ahí detrás de la pantalla, unos alegrandose de mis desventuras y otros mandando energía positiva para mi gran corazón que aveces parece que no late.
