jueves, 24 de febrero de 2011

LO QUE SUCEDE CONVIENE.

Soy de las personas que cuando siento que la vida me quiere decir algo ante una situación existencial, dejo que la corriente fluya e intento que alguna señal me dé la respuesta cuando no la encuentro tras buscarla largo y tendido. Ayer fue un día estresante, de nervios, el estar unos días sin mi amor al lado me desequilibra, todos sabéis que mi pensamiento era seguir siendo un tipo gris y caminar solo hasta la llegada de la parca, pero el amor no entiende de decisiones, y ese ángel pelirrojo tuvo que cruzarse en mi vida y regalarme lo que nunca había tenido, ¿a cambio de qué?, dicen que el amor nunca pide nada a cambio, no tengo yo tal certeza, este invento en el que uno de sus embajadores es Cupido hijo de Venus, uno no puede esperar gratitud. Es muy bello volver a sentir, emocionarse, y ver que pasa el tiempo, todo se solidifica y crece.
Ahora parece que me acompañe la carta del Ermitaño a todas partes y debo resurgir. Es tiempo de reinventarse, son ciclos de madurez e ilusión, esa ilusión madura y contenida.
Bueno como os comentaba al principio (que se me va la pinza), ayer tras desear una respuesta aunque fuese retorica, de forma casual sonó el "Skipe" en mi "Apple", era mi gran mentor y amigo Alain, felicitándome por nuestra futura pater-maternidad, tras conversar con él de nuestras cosas (por qué aunque crean que lo cuento todo no os cuento ni un uno por ciento de mi vida, mas que nada por no afectar vuestra salud mental jajajaa y por que el 99% es mi intimidad de verdad), en un momento de silencio me dijo una frase que estaba repitiendo según él, tras oírla a un amigo: "LO QUE SUCEDE, CONVIENE". Simple. Pero a mi que me gusta rascar, me vino como anillo al dedo a la preocupación que me estaba aconteciendo. ¿Y porqué me relajó?, pues primero por que sentí en el pecho que me estaban hablando, segundo porqué venia de una persona que todo lo que me ha recomendado ha sido cierto y tercero porqué encajaba de una manera perfecta a lo acontecido.
Quizás me estaba olvidando de esa magia de la vida que me acompañado durante tanto tiempo. Y la olvide al abrirse un chat un veinticinco de diciembre, ayer les hablaba de esto, el conseguir el objeto a sido sencillo, sentirlo de corazón y recibirlo, ahora observo y quiero darle un fin, es decir una finalidad.
Vivir en el valle me está ayudando a ponerle freno al tiempo, aún no comprendo porqué siempre he vivido con la sensación de que había que hacerlo todo en poco tiempo, como si alguna intuición supiera que debo dejar este mundo pronto, la verdad no me gustaría morirme joven, me gustaría saborear y descubrir logros personales. Pienso que la decisión de compartir nos hace grandes, el poder tener una media naranja y tener proyectos de vida creativos en común nos engrandece, es ahí donde demostramos que somos uno. Me gustaría recordar un extracto de un poema de Osar Wilde que dice: "Y el hombre destruye todo aquello que más ama, en campo abierto, o en emboscada; algunos con la suavidad del cariño, otros con la dureza de la palabra, los cobardes destruyen con un beso y los valientes destruyen con la espada".